Escojale y Lea

lunes, 28 de julio de 2014

Distancia y tiempo

Dedicado para 
M. F. P. C.

Por muchos años se ha dicho que del odio al amor hay un solo paso, mínimo o máximo no me importa, siempre y cuando me hubiese dado cuenta en tiempo y forma, ahora han pasado siete años desde la última vez que la vi y estamos separados por cuatrocientos kilómetros de distancia, recuerdo que todo empezó en esa transición de la primaria a la secundaria, cuando a todos se les empieza a alborotar la hormona y comienzan las dudas sobre que carrera vas a estudiar y de qué demonios vas a vivir, pero es ese momento la verdad eso no me importaba en absoluto solo quería terminar bien la secundaria y con buenas notas (agregase aquí risa irónica y sarcástica), la verdad que yo nunca he sido uno de los alumnos más aplicados y con mejores notas de todos los tiempos pero me gusta dar mi “luchita” para que digan que no soy tan “zopenco”, bueno por un lado están las notas, por otro lados los amigos y por otro lado ella.

En ese entonces tenía los dientes más salidos que Díaz Ordaz y un corte de cabello que terminaba en forma de picos, aunque al final del día termina con el cabello despeinado y era una copia barata de un peinado tipo Beatle, ese era el yo de ese entonces. Ella era una de las más aplicadas del salón, siempre perfumada, con el uniforme bien planchado y su hermoso cabello que terminaba en caireles, la verdad que a mí no me gustaba para nada ella y supongo o quiero creo creer que yo tampoco a ella, pero eso si cuando se trataba de debatir en clase o llevarnos la contaría éramos los ideales; no permitíamos que uno se llevara los puntos por un debate siempre entre los dos tratábamos de pelarnos a muerte por un mísero punto de la calificación (que por cierto no ayudaba en la calificación global) pero ese era el gusto llevarnos la contraria. 

-Tú y Matilde parecen esposos en etapa de divorcio- me comento un gran amigo que ahora es uno de los mejores violinistas del pueblo ­-nunca se cansan de llevarse la contraría, la verdad no vemos la hora que que tú y ella se callen las bocas- la mera verdad es que en clase nunca hablaba tanto hasta que llegaba la hora de debatir en clase con ella.

A todo rato nos gustaba llevarnos la contaría o pelearnos por cualquier cosa insignificante una de las primeras peleas registradas fue cuando un compañero había anotado un gol que no le había sido contado, ella empezó que si había sido gol y yo empecé a decir que no, entre que son peras o son manzanas terminamos más disgustados y en ese entonces me hizo la mayor falta de respeto que pueda haber: me saco la lengua y yo le saque la lengua a ella, al final termine dije no fue gol y para empezar no me gusta el futbol ¿Qué hago aquí, sepa Dios? 

Cuando sucedió el segundo roce, fue el que definió que teníamos que ser enemigos de por vida. 

– Tú no tienes papá y yo lo sé- me dijo en un tono de burla.
– ¡Yo si tengo papá y viene a la escuela por mi!- le grité. 
– Eso es mentira ¡tú ni tienes papá!
– Si tengo papá y te lo voy a demostrar para que veas que mi papá me quiere más que el tuyo. 
– ¡Ya cállate! 
– ¡Tú cállate chismosa entrometida! 

A partir de esto mi vida se fue al caño, cada vez que podía hacerme quedar mal lo hacía, hubo dos veces que me quise declararme a una niña que me gustaba pero ella, llegaba y le avisaba antes y desde que llegaba a decirle “Hola” ya me gritaban “¡No quiero ser tu novia!” yo asustado blanco del susto y la impresión solo me ponía a llorar porque no sabía lo que pasaba, hasta que un día me dijeron lo que había hecho y espere con paciencia mi venganza, un día muy bonito llego uno de mis amigos corriendo hasta donde acostumbraba a comer mi torta de quesillo. - ¡A Matilde le gusta Manuel y se le ve a declarar hoy a la salida!- deje de comer mi torta y me eche a correr lo más rápido a buscar al tal Manuel, cuando lo encontré estaba jugando futbol.

– Espérame tantito, deja no más término de jugar esta cascarita.
– ¡Manuel es algo importante, voy a salvar tu vida!
– ¡Éntrale a jugar y aquí me cuentas! 

Solo me lo quede viendo, ¿yo jugar futbol, para vengarme de una mujer? Era tonto, no me gustaba el futbol y sobre todo no sabía cómo jugar; pero los dioses de la venganza me llamaban a cumplir con mi deber, me quite el suéter y me metí a jugar, rezando de no cometer alguna tontería en el juego.

– Dime que me ibas a decir.
– No creas que soy chismoso, pero te vine a alertar…
– ¿De qué?- me respondió todo asustado.
– Pero no le vayas a decir a nadie ¿va? 
– Por esta que no le digo a nadie.
– Matilde se te va a declarar a la salida.

Manuel se quedo parado a mitad de la cancha, pálido y sudoroso, para crear una mejor escena solo le hizo falta música instrumental, Manuel volteo a verme y volteo a ver donde estaba sentada Matilde, se le salían los ojos de la impresión, pero todo termino cuando Raúl pateo el balón que fue a dar a la cabeza de Manuel y que termino desmayado del golpe.

No quise quedarme en la enfermería a donde la habíamos llevado cargando, me entere al día siguiente que Matilde se había quedado cuidándolo y que cuando Manuel despertó le grito: “¡No, no quiero ser tu novio!”, la venganza había concluido pero no me sentía bien por lo que acababa de hacer, nunca me imagina que podía hacer que alguien quedara tumbado de un pelotazo por mi culpa, me sentía fatal por el pobre Manuel. 



Cuando pasamos al segundo año de la secundaría, todo había cambiado, varios compañeros se habían ido de la escuela entre ellos Manuel, ya no habían debates, ya no habían juegos, ahora todos se preocupaban por tener celular, los hombre nos preocupábamos por tener nuestro primer beso y las mujeres por tener más maquillaje y más busto, de un año para otro todo estaba bien cambiado, yo empecé a tomar clases de piano por ese entonces y Matilde comenzó a diseñar ropa, hasta que un día volvió la chispa de la competitividad, pues llego un concurso de cuento a la escuela y me inscribí y también ella ¿por qué? La verdad no sé, pero éramos los únicos en el concurso; el maestro de español nos ayudo a corregir nuestros textos y a mejorarlos, sin embargo ninguno de los dos gano el concurso, pero Matilde y yo nos empezamos a llevar bien.

En uno de los tradicionales convivios de navidad, las mujeres de mi salón llevaron labial rojo y al grito de: “¡Hombre que atrapemos, hombre al que besamos!” todos los hombres corrimos a escondernos, con mis mejores amigos nos escondimos en un salón, y desde ahí pudimos ver como nuestros compañeros caían en la batalla, muchos eran acorralados y después entre cuatro mujeres se los llevaban al salón y de ahí ya no salían, uno de mis amigos salió para ver si el terreno estaba desierto, cuando nos hizo un ademán de que era seguro cuatro compañeras lo agarraron prisionero y solo vimos como se abría la puerta del salón y vimos como Marcos desaparecía entre la puerta, los pocos que quedábamos decidimos realizar un ataque al salón para liberar a los caídos, el plan era simple teníamos una bomba apestosa que tenía que ser aventada por la ventana y al explotar las mujeres saldrían corriendo.

Cuando teníamos todo preparado y estábamos listos para el ataque, las mujeres nos habían rodeado y por ende habíamos caído prisioneros todos, el único que pudo hacer algo fue Luis que si puedo echarse a correr y salvar su pellejo, los demás fuimos conducidos al salón, cuando vimos a los demás compañeros con el labial rojo marcado en toda la cara y en los labios, muchos quisieron echarse a correr pero en vano, cuando estábamos a punto de ser “ejecutados” Matilde se paro delante de mí.

– A este llévenmelo al cuarto de los libros.

Las mujeres le obedecieron y me llevaron agarro de ambas manos, solo mire a mi amigo que ahora es violinista y en su mirada me dio la bendición, antes de que cerraran la puerta pude ver a las mujeres ponerse el labial y besar a mis compañeros y a mi amigo, ellos ya habían caído y ya habían tenido su primer beso ¿pero que hacía yo en el cuarto de los libros atrapado? Después de haber pasado cinco minutos de estar encerrado ahí, entro Matilde y se me quedo viendo, yo al principio asustado porque creía que no me iba a dar un beso, si no una buena bofetada por las maldades que le había hecho, que equivocado estaba.

– A ti te mande a traer aquí porque me gusta ser discreta… me compre este labial pensando en ti y estos labios son tuyos– se puso un labial rojo con olor a manzana y seguido se me fue acercando hasta que me dio el beso, mi primer beso.

Todo las maldades que nos habíamos hecho, todas las bromas, llevarnos la contaría había hecho que entre nosotros dos se formara algo que no pensábamos que llegara a ser posible, nadie se entero lo que había pasado adentro del cuarto de los libros, desde ese evento Matilde y yo nos empezamos a llevar mejor, me soltaba un beso de vez en cuando y yo solo me dejaba querer, hasta que un día me tuve que salir de la escuela por motivos del trabajo de mi papá, nunca tuve el tiempo de decirle lo que significaba para mí, pero espero que aquella batalla de pelotas inflables donde estaban mis mejores amigos y ella, haya significado algo y que aún lo recuerde. 

(28/vii/14)

miércoles, 11 de junio de 2014

La verdad del guante rojo II

Salí del gimnasio pensando en la hija del entrenador, vaya que era guapa pero me quejaba la duda si querría a alguien como yo como novio, en fin metí las manos en los bolsillos y empecé a caminar de vuelta a mi casa, abrí la puerta camine hacia mi cama y me aventé en ella para tratar de dormir un poco pero lo único que sentía era el tremendo cardenal que me había dejado el Survivor, dolía un chingo, me levante por un pedazo de carne para ponérmelo, regrese a mi cama y me quede dormido. 

No sé cuánto tiempo dormí, me levante como por eso de las nueve y media de la noche, porque el gato de la vecina se había metido, se había comido la carne que me había puesto en la cara y me estaba lamiendo. ¡Puto gato era mi cena! Ni modos de nuevo a comer un huevo crudo para calmar el hambre, pero no pude comer, tenía la cara de la hija del entrenador en la mente, ¿el golpe me había afectado? o realmente la hija me había gustado tanto que no me la podía quitar de la mente, había llegado a tomar una decisión crucial y esa decisión sufría la pena de perder mis testículos, bueno con tanto pinche huevo me como, chance me vuelven a crecer.

Llegue lo más temprano al gimnasio, me hice buey para perder tiempo y buscar si estaba la hija, no aparecía, cuando me harte me puse a hacer ejercicio para perder más tiempo y para ponerme más en forma, en esas estaba cuando sentí que alguien se me quedaba viendo, no quería voltear estaba tan concentrado en mi ejercicio que no quería pararlo de golpe. Alguien se aproxima hacia mí, pero que hueva voltear, sigo ejercitándome, se oyen pasos, sigo sin querer voltear, ¡basta de jaladas! Volteo y ahí estaba, haciendo pesas, con el cabello peinado con cola de caballo, en licra y top, me meto la mano al bolsillo para aplacar la bestialidad que me atormenta allá abajo, no quiero interrumpirla, pero me vale un cacahuate y voy hacia ella:

-Hola

-Hola

-¿Cómo estás?

-Bien ¿y tú?

-Bien gracias-

-¿Qué haces?

-Pues pesas.

-Oh cierto, perdón.

-No te preocupes.

-Adiós.

-Adiós. 

¡Pero qué bestia soy! “¿Qué haces?” ¿Qué no estás viendo pendejo? Me recrimino y me regreso a mi lugar de antes, cuando los hombres se ponen tarados por una mujer, es sumamente cierto, no resistiendo más mi torpeza, decidí irme de vuelta a mi casa, tome mi chamara, salí del gimnasio, puse de nuevo mis manos en los bolsillos y camine a mi casa.

-¡quieto cabron! Dices algo y aquí te enfilo, la cartera y el celular… pero vuélale.

-no traigo nada…

-mis bolas ¡saca lo que tengas!

-¡que no tengo nada, carajo!

Del grito que di varias personas se no quedaron viendo, el ratero al verse descubierto se abalanzo contra mí, su cuchillo salió volando del manotazo que le di en la mano, me avente contra él con el propósito de darle en su madre ¡pero qué bonito es el destino! Me acorralo y me dio un derechazo en donde me había dado el Survivor, de nuevo todo oscuro.

Desperté acostado en mi cama, con varios compañeros del gimnasio viéndome, el entrenador presente y su hija también, dos desgracias en un mismo día, cuando vieron todos que estaba bien se fueron despidiendo uno por uno, solo el entrenador se quedo un rato en mi casa preocupado por el supuesto asalto.

-¿Tas bien mijo?

-Si, solo me duele la cara. ¿Cómo sabían donde es mi casa?

-Por el IFE que tienes en tu cartera, te remarcaron la marca del Survivor mijo.

En efecto el ratero me golpeo donde el Survivor había dejado su marca, tenía más morado y más hinchado, ni modos, el entrenador se quedo un rato más y después se fue, trate de dormir pero escuche un ruido en la cocina, temiendo que se tratara del ratero planeando su venganza, agarre una estatua maya que tenía en mi librero y fui a ver de dónde provenía el ruido ¡Ahora si, por mi madre santa que me chingo al gato! Pero no era el gato, ni el ratero, era la hija del entrenador que se había quedado.

-¿Qué haces aquí?

-Pues quería ver si estabas bien, te hice un sándwich.

-Gracias, ¿tu papá sabe que estas aquí? 

-No, pero si te molesto puedo irme.

-Claro que no quédate, no hay problema.

Tenía la cara amoratada, a una bella mujer en mi casa, un monte erecto en mis pantalones, era el momento perfecto para ligar, pero a partir de aquí ya consideraba mis huevos fuera de mi cuerpo. Pero no importaba.

martes, 20 de mayo de 2014

Tequio escolar

No hay nada más bonito en toda tu vida (dependiendo de la edad) que recibir un citatorio de la primara pidiendo (¡exigiendo! más bien, si no móchate con $100) que, por favor que vayas a realizar tequio el domingo a las 8:00 A.M. para que hagas lo que ni haces en tu casa o incluso mejor, he de poner para el lector que no conoce que es el famoso “tequio” es una forma de limpieza general en la escuela hecho por padres de familia, y me pregunto ¿y para que contratan a un conserje? Porqué yo me tengo que levantar el domingo a hacer aseo a una escuela, cuando bien me podría recuperar de una cruda del sábado ¿Por qué? Es sencilla la cosa, el conserje hace su trabajo de eso no hay duda, limpia toda la semana, regadas de refresco, vómitos, al que le tiraron la torta y los baños, el director se ve obligado por la situación (mas monetaria que de aseo) convocar a los padres de familia a que vayan con su escoba, trapeador, cubeta, franela, machete, etc. Para hacer lo que el conserje pudo hacer un día libre de esas semanas, bueno la tarea comienza cuando el hijo llega con los cachetes ruborizados, saltando a abrazarte, casi a punto de comer y te da el rectángulo de pape,l me he de imaginar que por la cabeza del papá pasa: “no me chingues, tequio no, el sábado es de box” y abre el papel que cita: 

QUERIDO PADRE DE FAMILIA PRESENTE, POR ESTE MEDIO LE INFORMAMOS QUE TIENE QUE ASISTIR AL TEQUIO EL DÍA DOMINGO 25 DE MAYO DE 2014 A LAS 8:00 A.M. PARA CONVIVIR CON LOS DEMÁS PADRES DE FAMILIA, ESPERAMOS SU ASISTENCIA Y POR FAVOR DE ANOTARSE EN LA LISTA DE LA PRESIDENTA DE PADRES DE FAMILIA C. AURELIANA PISUEGRA MENDEZ, DE LO CONTRARIO SE LE COBRARA UNA MULTA DE $100

ATTE
El Director del Plantel Educativo de Enseñanza Primaria 
“Héroes del Heroico colegio Militar de Chapultepec el Grande”



Al leer esto comienza la confabulación entonces llega el otro hijo de la escuela:

-Hijo que crees

-¿Qué?

-Qué hay Tequio en la escuela de Juanito, te toca ir

-¡¿Y yo por qué?!

-Ya te conoce la Señora Pisuegra y yo tengo mucho trabajo el sábado voy a salir tarde y no creo levantarme

-Yo tengo tarea…

-Pues la haces ahorita, el Sábado te paras a las 8 para ir  al tequio entendiste y si no tu pagas la multa!

-Me carga la chin…

NOTA: si no hay hijos mayores es posible que envíen al mismo niño que llevo el rectángulo de papel o simplemente se dan por vencidos y van, planeando tener otro hijo en la familia para que ya haya un mayor para que haga el trabajo.

domingo, 27 de abril de 2014

La verdad del guante rojo

Para Víctor Manuel 
por lo interesante de su perspectiva sobre el tema

Las peleas de box siempre me han dado un gran interés personal, pero sobre todo una gran perspectiva de dos hombres que se golpean a diestra y siniestra, hasta tener la cara toda desfigurada, por lo menos esto pensaba yo cuando vi Rocky de niño, ver que dos personas se dieran con toda las fuerzas del mundo y no más no les pasaba nada, solo se oía, el guante rojo en el aire y después el golpe, boxeador al suelo, miles de personas alabando al boxeador y el otro tumbado en el suelo, por esta razón y por la película me metí a entrenar boxeo.

La primera impresión que tuve cuando llegue al gimnasio, fue de varios hombres, haciendo ejercicio y entrenando, yo estaba dispuesto a quedar como Stallone en la película, para sentirme alabado y querido tanto por el público y el entrenador, pero ¡oh sorpresa! Llego ante el entrenador y le digo que quiero aprender a boxear, se me queda viendo con cara de ¿este enclenque quiere ser boxeador? Si no se empezó a reír fue por pura cortesía, solo me dijo, cuatro cosas que debía hacer, antes de meterme en el ring a romper caras.

1. Debes tener una buena condición física.

2. Tener callo para aguantar los golpes que no solo son en la cara.

3. Tener agilidad.

4. Que lo hiciera por pasión, no por matar tiempo.

Así comenzó la cantaleta de comerse un huevo batido con jugo verde todas las mañanas, la “pasión” que tenía en ese momento, me permitió tomarlo sin tratar de vomitar, baje del internet Eye of the Tiger y comencé irme a trotar todas las mañanas.

Tarde cinco meses en ponerme en forma, de ahí cuando el entrenador se dio cuenta de que realmente quería esto, decidió que era hora de partirme la madre mandándome a pelear con el Survivor, este individuo era el típico musculoso, pelón que huele a sudor de tanto entrenar, me pusieron las vendas y los guantes para dar mi primera demostración de que era lo que sabía hacer, cuando estuvo todo listo, sonó la campana y a pelear.

La indicación del entrenador era que tenía que cubrirme y después golpear, no le hice caso porque me quería ir primero a los golpes, solo mi mente me decía que hacer en ese momento, ¡Gancho! ¡Al estomago! ¡A la cara! Y conforme mi mente me decía hacia dónde tirar el golpe, lo hacía, así cuando sonó de nuevo la campana, volví a hacer lo mismo, hasta que me distraje al ver que una chava había entrado al gimnasio, me la quede viendo y solo vi al Survivor tirarme un golpe y después todo oscuro, el muy ojete me había noqueado y me había hecho pasar un ridículo frente de una mujer hermosa.

Cuando recupere la conciencia, todos se reían de mi y en parte me alababan, comentaban entre ellos que nadie había aguantado más de un round al Survivor, era la nueva sensación del gimnasio, cuando estaba a punto de pararme, llego el entrenador y me dijo que quería hablar conmigo, me llevo a su “oficina” y cerró la puerta.

-Nadie había aguantado más de un round al Survivor, tienes buen callo para aguantar los golpes, pero eres medio pendejo para tirarlos, así que vamos a entrenarte bien hijo.

Por mi mente pasaba un gran regocijo, al saber que sería un “chingon” para el boxeo.

-Gracias entrenador no se va a decepcionar, se lo prometo.

-Lo sé muchacho, ahora puede ir a descansar un rato.

-Gracias entrenador nos vemos mañana.

Estaba a punto de salir de la “oficina” cuando me detuvo y me dijo algo que me quedaría perfectamente claro que rompería en cualquier momento.

-La chica que viste que entro aquí y por la cual te noquearon, es mi hija y si tu o alguien llega a ponerle una mano encima, le corto los huevos ¿quedo claro?

-Si, entrenador.

-Ahora si puedes irte, mañana te quiero aquí a las ocho en punto.

Salí del gimnasio todo decaído, toda la felicidad de haber aguantado un round se había esfumado, sobre todo porque podría perder mis huevos por una chica, principalmente por una chica que era hija del entrenador.

(27/iv/14)

domingo, 13 de abril de 2014

La mujer que si pero nomás no

Laura y tú se traen ganas desde que inicio el semestre, me dijo uno de mis amigos (que ahora es actor), cuando todavía estábamos sobrios de la fiesta de “victoria” que habíamos hecho, al concluir una mini temporada con una obra de teatro, la verdad es que ni Laura ni yo nos habíamos dicho nada aún, pero cuando nos quedábamos viendo uno al otro podría decirse que había algo atorado ahí, tal vez un deseo más pasional que amoroso, no lo llegue a saber por timidez a preguntárselo y también por que me cambie de estado para estudiar la universidad, pero si por hecho contundentes. 

A Laura la conocí en mi anterior escuela, lo que fueron los primeros cuatro semestres ni nos hablábamos y nos volteábamos a ver tan siquiera, para ella le daba igual yo, tanto como yo a ella, total a mi me tenia sin cuidado a quien la caía bien o a quien le caía mal, a si nos la pasamos los dos esos cuatro semestres sin que ninguno se dijera tan siquiera un hola o un muérete, ella tuvo una relación tormentosa con un tipo desfachatado y con mal gusto en su vestimenta, no era el único que pensaba lo mismo de aquel tipo.

Cuando estaba en el quinto semestre, tuve al que considere en ese entonces el amor de mi vida, nunca había pasado una temporada tan feliz como esa, hasta que un día en un ejercicio teatral me toco trabajar con Laura, no voy a entrar en detalles de cómo fue el ejercicio, pero lo que si me remito decir es que me beso y yo la bese, estaría de más decir que nunca había sentido la lengua de nadie más dentro de mi boca en fin, salí todo tarugo de la clase y no me podía quitar ese evento de la cabeza, como es normal se lo conté a la que fue el amor de mi vida en ese entonces y ella lo entendió, sabía que yo estaba estudiando teatro y solo había sido un ejercicio, pero no sé como la noticia se empezó a infiltrar por lo muros más rápido que el dichoso virus H1N1, ¿Cómo se enteraron todos? Misterio. Indague por donde había salido la información y me tope nada más y nada menos que Laura había ido a contarle a su mejor amiga la semi-bloguera de youtube, si no le dije nada era para esperar mi venganza.

La venganza tardo en llegar y cada vez se iban corriendo más rumores más fuertes, esta vez incitados por las mejores amigas de la que fuera el amor de mi vida en ese entonces, yo por todos los medios trate de callarlas, pero una mujer que inventa un chisme y lo distribuye como piratería en Tepito, es más fuerte que… un golpe bajo, por no decir otra cosa, entre más trataba de convencer a la que fuera el amor de mi vida en ese entonces, más me mandaba al carajo, dicho y hecho como al mes de iniciados los rumores que me manda a la chingada; no la culpo, teniendo amigas como las que tenía que mas podía yo esperar, yo también por tarugo y no hacer más por evitarlo, así inicie de nuevo la soltería en el último semestre de esa bella escuela. 

Cuando Laura se entero de que estaba soltero, raramente también a ella deje de importarle ¡mujeres! ¿Quién las entiende y las comprende? ellas mismas, seguí en la escuela concentrándome de no reprobar una materia y salir con las mejores notas, una mañana ¡santo dios! Cuando hago esta exclamación dejo fuera mis creencias religiosas, me entero que la que fuera el amor de mi vida, se salió de la escuela, ni modos, ni reconciliación y nada que hacer, seguí haciendo lo que tenía que hacer y estudiar, sobre todo vengarme de Laura de una vez por todas.

Cuando iniciamos el proceso de montaje con la obra final siempre, me iba a trabajar con Laura, en los ejercicios que hacíamos de teatro, siempre me tocaba con ella, porque yo hacía que eso pasara, en todo y cada uno de los ejercicios siempre era la parejita Vicente y Laura, así comencé a planear mi venganza, tratando de enamorarla y al final dejarla como si nada me importara, el pan empezó bien y como yo lo tenía planeado, un día Laura nos invito a varios a ir a un pueblito a pasar la noche, luche mucho para que me dejaran ir a ahí me fui entre todos, pasamos bien la noche, pero de pronto surgió el mezcal, el vino, el anís y el tequila, un compañero llevaba de la verde… no recuerdo que fue lo que paso, pero a la mañana siguiente Laura me evito todo el día y no me hablaba.

Es que estuviste hablando de Cristina (la que fuera uno de mis amores imposibles) y de ahí no te sacábamos. Me dijo otro de mis mejores amigos, el plan se había hecho añicos en una simple borrachera, por lo pronto ya no intente nada y surgió un pequeño romance con otra mujer que era más apasionada que yo, entonces Laura entro de nuevo en escena, esta vez me protegí bien y a la mujer que era más apasionada que yo, no pudo esta vez separarnos y se dio por vencida, el romance con la mujer más apasionada como empezó termino y quede de nuevo soltero, entonces estaba por estrenarse la mini temporada de la obra de teatro a la que por cierto puse lo mejor de mí.

La mini temporada fueron tres presentaciones y juntamos algo de capital, entonces con ese poco de capital nos fuimos a un bar recién abierto y ahí brindamos todo lo que pudimos, cuando estaba a punto de decir un brindis (que es para lo que destaco en una borrachera) Laura me tomo del suéter y me beso enfrente de todos mis compañeros, dije el brindis y me la lleve a otra parte para que me explicara por qué el beso, ella me dijo que le gustaba, entonces teniendo en cuenta los mezcales que habíamos tomado nos besamos tan apasionadamente que tuve que meter mi mano en uno de mis bolsillos para aplacar mi pasiones, entonces nos vimos a los ojos y nos volvimos a besar, nadie se dio cuenta y cuando terminamos de besarnos, nos fuimos muy contentos agarrados de la mano a bailar.

Laura y tú se traen ganas desde que inicio el semestre, me dijo uno de mis amigos (que ahora es actor), le respondí que indudablemente había algo en ella y en mí, pero nunca le pregunte qué es lo que quería de mi, entonces acabo el semestre quede en la universidad en la que había hecho examen y nunca la he vuelto a ver, como sucede en esas películas en donde los mejores amantes se pierden ante la mirada del espectador.

miércoles, 2 de abril de 2014

Septiembre mes del mexicano independiente

El mes de septiembre siempre es visto como el mes cuando se celebra la independencia de México, yo me pregunto ¿Qué no habría de celebrarla siempre? O simplemente nos cuesta visualizar un México realmente independiente, la historia nos cita que: “una madrugada del 15 de septiembre el Cura Don Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte (apuesto que no más le conocían como Miguel Hidalgo) se levanto en armas contra el régimen español que gobernaba en ese entonces, esto es lo que hemos aprendido a lo largo de 15 años en las escuelas o al menos fue lo que aprendimos como borregos para escribirlo en un examen de historia de México y sacar un 10.

Bueno al menos esta es la parte oficial de la celebración o como lo marca la historia y el calendario oficial, pero ¿Cómo vivimos hoy esta celebración? Es fácil para un mexicano en esta época darse cuenta porque está cerca esta fecha, la primera parte consta de varias personas con carritos que transportan ya se banderas, zarapitos, bigotes falsos, sombreros con la leyenda “Viva México Cabrones” etc. Entonces la mente llega y nos dice se fue agosto y viene septiembre, también fácil reconocer en las ofertas del Waltmart los disfraces de los héroes nacionales entre $100 o $200 y que los zócalos de los diferentes estados de la republica se ven diferentes adornos tricolores.

Llegado el día 15 y 16 se utilizan para dos simples cosas: Puente Escolar para los menores e irse de peda los mayores, bueno durante el día vemos un ritual casi emblemático de ponerse la playera de la selección mexicana o una playera verde con unos tacos de futbol con la leyenda “México es un país de tacos” y rara vez un zarape y claro en tradicional sombrero revolucionario, basta con decir que hasta los automóviles también pasan por este “ritual”, llegada la noche todos en bola se dirigen el zócalo de cada cuidad a ver a su querido “servidor público” ya sea de cualquier partido, dar el Grito de Independencia.

El Grito de DOLOR es

Ya sea estar en el zócalo o verlo por la televisión, vemos como alrededor de medio millón de mexicanos ya sea en casa, en el bar, en un restaurante y uno que otro rezagado que decide irse a dormir para no ver nada de lo que sigue, que es esto:

Vemos o esperamos que el querido presidente de la republica, salga a dar es celebre Grito que parece un buen “Texto Dramático” aprendido entre el Presidente y el Pueblo que recita así:

Presidente: Sale el presidente de la república al balcón y toca la campana por lo menos un par de veces ¡Viva Don Miguel Hidalgo y Costilla! si el presidente puede recitar el nombre competo de los héroes mejor

Pueblo: ¡Viva! 

Presidente: ¡Viva José María Morelos y Pavón! 

Pueblo: ¡Viva!

Presidente: ¡Viva la Corregidora Josefa Ortiz de Domínguez!

Pueblo: ¡Viva!

Presidente: ¡Viva Allende!

Pueblo: ¡Viva!

Presidente: ¡Viva Aldama!

Pueblo: ¡Viva!

Presidente: ¡Viva Jiménez!

Pueblo: ¡Viva! alguno que otro ¿ese quién es?

Presidente: ¡Viva México! 

Pueblo: ¡Viva!

Presidente: ¡Viva México!

Pueblo: ¡Viva!

Presidente: ¡Viva México!

Pueblo: ¡Viva y que chingue su madre en presidente del PRI!


Después de este intercambio de palabras, la campana suena sin parar y se ven fuegos pirotécnicos, al final se escucha el himno nacional como cada quien recuerde que se lo enseñaron.


Después de haber concluido este solemne acto patriótico, cada mexicano decide irse a llenar el estomago con Tequila, Mezcal y antojitos regionales, para al día siguiente amanecer con una resaca y con diarrea, pero eso si Mexicano hasta el final.

Nota del autor: Se que esto debería estar publicado en septiembre... pero que más da, disfrutenlo. 

martes, 1 de abril de 2014

Mis desprestigios

Quisiera poner sus dos nombres y apellidos, pero no, quisiera hacer un anagrama con su nombre; pero no, quisiera con mucho gusto olvidarla, pero no, quisiera llamarla Jennifer o Miriam para ocultar su nombre de este relato (que va a terminar leyendo) pero simplemente me propondré a llamarla originalmente Ella. Todo esto comenzó cuando era más joven y más imbécil de lo normal; creía en el amor a primera vista y hacia intentos chuscos de poemas con dedicatoria, los grandes poetas se estarían retorciendo ante aquellos intentos de escritura patética, yo la vi pasar muy aprisa para una clase y recién, me componía de un romance fallido (dígase La Zona del Amigo) solo la vi pasar y con eso me basto para ser flechado. 

Desde ese momento me dije para mis adentros –esa es la mujer con la que quiero pasar el resto de mi triste y desdichada vida- si viviera en épocas del romanticismo seria un genio, pero cuando me pongo a analizar lo que decía para mis adentros, solo aparecía la palabra mandilón con todo su esplendor, como es natural, cuando estamos jóvenes me dedique a planear como cortejarla, no había mejor plan hecho en la historia de la humanidad para conquistar a una mujer, de hecho Napoleón se quedaba corto ante aquella táctica, entonces al acercarme a hacerle platica empecé con la pregunta más original de la historia de los mejores amantes.

-¿Te gusta el queso?- le dije, cuando vi a pasar a Marcos con su torta recién comprada.

-Claro, me gusta mucho- tarde 3 meses, 5 días, 3 horas con 36 minutos; en darme cuenta que era sarcasmo del más fino.

Ella se me quedo viendo con unos ojos de lárgate de aquí, pero yo solo veía que me decían: muero por estar junto a ti, dejando atrás mi primera ofensiva fallida de hablarle, opte por el plan B, consistía en una serie de preguntas indiscretas a su mejor amiga Viridiana, preguntas que iban desde el ¿Cómo se llama? ¿Qué le gusta? ¿Qué no le gusta? ¿Por donde vive? Terminando con la más clásica que es ¿Tiene novio? Cuando tuve todo esta información asegurada, citada y parafraseada comencé a hacer todo lo posible para llamar su atención, desde ponerle en su mochila poemas firmados con un seudónimo que me invente, mandarle rosas y escribirle un cuento, todo iba perfecto porque cada vez que ella abría su mochila y veía lo que había dejado en ella se sonrojaba y veía por todos lados buscando al admirador secreto detrás de todo esto.

Entre más cosas hacia, ella quería conocer al hombre detrás de todo esto o al menos eso yo pensaba, pero el destino y a la que había entrevistado me habían hecho una gran trampa; como mas tarde se verá, empecé a ir a todas sus presentaciones de danza, investigue a todas las bailarinas que ella admiraba, investigue que significaba su nombre y comencé a acercarme poco a poco a ella, la primera vez fue en un ejercicio de filosofía de la vida donde nuestros pensamientos eran tal para cual, a partir de ahí reafirme que ella y yo debíamos tener algo.

Así como empezó el semestre se iba terminando, tenía que apurarme a decirle cuanto la amaba antes de las vacaciones de verano, en esas hicimos un viaje a la sierra para pasar un buen rato, con buen rato quiero referirme que todo terminaron ebrios en las cabañas y a mí me molestaban por la cantidad de fotos que le había tomado cuando presento su coreografía, como empezó el viaje termino y no le dije lo que sentía por ella, entonces tuve que armarme de valor y hacer algo que fuera mas allá de los confines de las declaraciones amorosas, que fuera algo que jamás se hubiera visto, que fuera tan memorable para que me diera el si de una vez y nos amaramos… la invite al cine.

Cuando le dije que si quería ir me dijo que si, entonces planeamos el día, la hora y la película que iríamos a ver, cuando termino la última clase que teníamos y sin despedirme de nadie para no perder tiempo, nos fuimos al Cinemex más cerca que teníamos (y porque era el más barato) vimos la cartelera, compre los boletos y entramos a la función.

No disfrute la película, cada vez que había una escena romántica me tomaba de la mano suspiraba y me veía a los ojos, una y otra vez, cuando termino la función y estábamos a puntos de irnos, le dije que quería hablar con ella en ese mismo instante, revelarle todo lo que tenia adentro, nos sentamos en una banca que había en la plaza y comencé a relatarle con cierta dificultad que yo era el de los poemas, las rosas y demás cosas, ella me veía con cara de horror y a punto de llegar al llanto, cuando termine de decir todo lo que tenia adentro, se me quedo viendo con una infinita tristeza.

-Mira Vicente eres una persona muy linda y muy tierna pero…- cuando una mujer suelta un “pero”, es mejor prevenirse de la frase consecuente que puede terminar asesinando a alguien. 

-¿Pero?- dije rápidamente para aliviar el golpe que iba a sufrir.

-Creí que ya lo sabías o que te habías dado cuenta…-

-Darme cuenta ¿de qué?- conteste espantado, “ya tiene novio” pensé para mis adentros.

-Me gustan las mujeres, soy lesbiana, perdóname- cuando dijo esto me quede sumamente sorprendido, en efecto era lesbiana, sabía que ese beso que le dio a Giselle no era de juego, porque no me di cuenta de esto antes. Creo que al ver mi reacción se sintió incomoda y se fue, no la culpo a mi me tomo desprevenido esto.

Al día siguiente, cuando llegue a la escuela mis amigos me preguntaron cómo me había ido, no les dije nada, solo fui a clases y me regrese a mi cas tan rápido como pude, no estoy en contra de la libertad de sexualidad, pero si me hubieran dicho que era lesbiana desde mucho antes me hubiera horrado tanto trabajo.

Tiempo después, me entere que su amiga a la que había yo preguntado todo sobre ella, se había vengado de algo que le había hecho años atrás, naturalmente me quede pensando y en ese momento tuve un chispazo al recordar a una Viridiana de mi primaria a la que le había roto y sacado dos dientes de un balonazo accidental ¡vaya! pinche vieja resentida.

domingo, 30 de marzo de 2014

¡Qué raro amor!

Cuando la conocí fue el día que menos lo esperaba, me encontraba como todo los días en la librería, buscando uno que otro libro para mi biblioteca personal, había llegado a la sección de literatura mexicana y estaba ahí, parecía una de esas mujeres que se viste como es la moda actual, con un pensamiento de que este país todo se resuelve por medio de las armas; a mí me parecía chocante, brusca con sus pensamientos, altanera con los políticos, buscadora del sexo casual y estrictamente vegetariana. Nos miramos de reojo como quien ve a su peor enemigo y está a punto de sacar la pistola, naturalmente la ignore y me decidí ir a buscar algún libro de mi interés.

En esas estaba, cuando se puso a mi lado, haciendo una mímica grotescamente teatral de buscar libros, si estuviera en el examen de la UV de teatro; seguramente la hubieran corrido inmediatamente, como es natural seguí ignorándola, pase por la sección de Fuentes, de Paz, de Garro; deteniéndome en Hernández e Ibargüengoitia; podría sentir que me cazaba con su sola mirada, cuando más incomodo me sentía, más rápido pasaba los libros, tome dos libros y me fui a la sección de Teatro, ella me seguía con la mirada, trate de serenarme y seguí buscando más libros, cuando por fin termine con la sección de Teatro, rápidamente me seguí a la de Historia de México.

Me quede hojeando un libro, que curiosamente hablaba sobre las mujeres de Francisco Villa, cuando llego a mi lado y se me quedo viendo, yo voltee casi sudando por cómo me sentía y me sonrió:

-Hola- Dijo en un tono casi tanto orgásmico contenido tanto como en un tono de interés nostálgico.

Respondí el saludo, casi inexpresivo con tono nervioso, semi-pendejo, que la hizo sonrojarse de tal forma que creí era el frio que normalmente baja en Xalapa cuando uno menos se lo espera, me voltee para buscar otro libro, pero ya el destino me tenía preparado algo que ver con esta mujer.

-Tienes buenos gustos literarios- me dijo, conteniendo un suspiro como un gritito de emoción, controlado por su estomago; esta vez el que paso a sonrojarse fui yo, me atrevería decir que en estos tiempos es muy difícil encontrar que a una mujer le guste lo mismo que a ti en cuestiones literarias.

-Gracias- llegue a contestar cuando vi que de uno de los libros que había escogido se denotaba el apellido Ibargüengoitia, por lo que conteste rápidamente –tú igual tienes buenos gustos-

Los dos nos quedamos viendo directamente a los ojos.

-Me llamo Julia, mucho gusto- dándome su mano y de su boca salía un leve aroma a tabaco.

-Me llamo Vicente, mucho gusto- le di la mano y de mi boca salía el aroma a café con un toque de tabaco.

Este hecho basto para que los dos nos fuéramos muy contentos a pagar a la caja, cuando la cajera (que es conocida mía) nos dio los libros se me quedo viendo con cara picaresca, salimos al mismo tiempo a la calle, estaba a punto de irme para otra librería para buscar más libros.

-Oye Vincent ¿quieres ir al callejón por un café?

Al ver mi objetivo tan lejos y a Julia tan cerca decidí ir con ella por un café, aquí me di cuenta que con qué tipo de mujer era con la que había entablado una cierta conexión rápidamente rara, me conto de donde era, que estudiaba filosofía y letras, hizo que comprendiera que los hombres somos todos iguales y que lo único lo que importa en este país es la lucha de las clases sociales, me dijo que leyera a Marx y a Engels para que la comprendiera mejor, si lo no hice es porque me dio flojera.

-Sabes llega un momento en el que una se siente sola y quiere a alguien que la comprenda- se me quedo viendo como quien ve al San Antonio de Padua de cabeza, ¡le hizo el milagrito! yo por ser tan buena gente y sentirme también solo le comente lo mismo, hizo una especie de mueca que después sabría que era una sonrisa cariñosa y me beso. Bueno al menos empezaría con eso de que alguien pensara en mi y viceversa.

Desde el momento que había visto a Julia y intuí como era, debí haber salido corriendo de la librería, el primer disgusto que tuve con ella fue porque en su casa puse un libro Rodolfo Usigli junto a uno de Salvador Novo, solo alcance a oír que eso era una infamia, que eran enemigos y se murieron siendo enemigos, vaya justificación estúpida, la otra pelea fue porque su gato Boris me había arañado la mano y lo avente fuera del sillón; esta vez me acuso de maltrato animal. Pero la peor fue cuando los dos no fuimos a un bar cerca de mi facultad, ella tomo tanto pudo y tanto pudiera, salió en un tal estado que tuvimos que tomar un taxi para llegar a su casa, ahí estábamos los dos, ella ebria y yo cuidándola, llegamos a su departamento y entramos, ella fue a no sé qué cosa a su cuarto y yo me quede en la sala esperándola para no aburrirme puse un poco de música a volumen considerable para no despertar a los vecinos.

Al ver que no salía de su cuarto fui a ver que todo estuviera bien, cuando llego a la puerta y toco para no interrumpirla en algo que pudiera molestarle, me dice entre voz media sensual e intendible que yo pasara, vaya sorpresa me lleve al ver a Julia completamente desnuda en su cama y llamándome con el dedo, sabía que no estaba en sus cabales pero uno no piensa en eso cuando lo llama el deber, como un tigre brinque a la cama y le empecé a besar, me imagino que le gusto por que se retorcía de tanto gusto, cuando estaba a punto de quitarme el pantalón se oye que se abre la puerta del departamento y escucho una voz de mujer diciendo que ya había llegado.

-Mierda, mi mamá, se me olvido que venia de visita, rápido vístete- nunca había visto que a alguien se le bajara tan rápido una borrachera.

Estábamos vistiéndonos, cuando entra la mamá de Julia al cuarto nos ve apresurados vistiéndonos, y abrió tan grande la boca que lo único que pensé en ese momento fue: más vale aquí corrió que aquí murió, tome rápidamente mis cosas cuando vi que la señora ya venía con la escoba en posición de ataque, salí del apartamento y rece que pasara un taxi rápidamente, cuando paso uno y arranco vi por el espejo a la mamá sacando culebras de la boca.

No sé que la habrán dicho a Julia porque jamás la volví a ver y yo jamás me volví a acercar a su casa; pero sé que se fue de la cuidad, lo único que me dolió de su partida fue que se llevo tres libros míos y una cajetilla de cigarros que recién había comprado.

lunes, 10 de febrero de 2014

El país de los aventados (Como detener a un ladrón arrojándolo desde el 4° piso)

Como es bien sabido en México, se ha aclarado mas de cien veces por día y casi diez mil por mes, que se está combatiendo contra el narcotráfico y la criminalidad tanto en el país como en el estado, pues por mucho que lo dicen no más no veo como o que hacen por combatirlo, pues bien no quiero cansarlos con la misma cantaleta de: “pinche país jodido” o “vamos a hacer una revolución, la nueva revolución”, creo que como yo, no mas hablamos pero no actuamos.

El simple titulo de este escrito, me parece hermoso y nos tiene como personajes a mis vecinos, a mis padres y a mí, estaba yo durmiendo, soñando que publicaba mi primer libro y todos me alababan, cuando de pronto escucho como suena como si se hubiera caído una olla de metal, nada mas abrí los ojos, seguí durmiendo, me volví a despertar cuando llega mi madre y me dice: -levántate tú, agarraron un ratero en el edificio de enfrente-, me pare rápido y me vestí, al menos para ver si alcanzaba darle un puñetazo al incauto, en fin me asomo por el balcón, y veo a un muchacho de 28 años aproximadamente, en bóxer nada más, siendo amarrado por varios cinturones y acostado boca abajo, bueno ya no lo golpee. 

Al ver que no se movía pregunte qué había pasado a lo que la respuesta me pareció increíble: -lo que pasa es que metió al departamento del señor H, le robo el celular y la tablet, el señor H se dio cuenta de que alguien estaba adentro, y cuando lo iba a agarrar abrió la ventana y se aventó, si te das cuenta el protector de la lluvia de la puerta está sumido, ahí no termino, reboto y cayó al suelo, yo solo veía incauto al tirado, la ventana del cuarto piso rota, abierta y el protector de lluvia de la puerta totalmente sumido, lo único que hice fue recrear la caída y verlo, no más me reí.

Pero la cosa no termino ahí, el robado baja, cuando se da cuenta de que se para y se trata de ir la agarra y lo avienta a la jardinera, el ladrón se levanta y le dice con tono de asesino serial, “con que te quieres poner al tiro”, otro vecino sale cuando ve todo lo acontecido, mete un puñetazo en la cara del ladrón, ladrón al piso, otra vez, inconsciente, cuando se corrió la noticia, salieron todos, le quitaron la ropa dejándolo en bóxers y lo amordazaron con su propio cinturón, ahí es cuando yo entre a escena, como el mirón número diez.

Y como esto es México, la policía llego cinco minutos después, ya golpeado el ladrón y con más de veinte custodios al nuevo Juan Escutia de Jardines de Xalapa, le quitaron lo que había robado, la policía vio por donde había entrado y por donde había saltado, lo esposaron y lo subieron a la patrulla y se fue custodiado, el vecino que fue robado fue al Ministerio Publico a poner la respectiva denuncia, la manera más rápida de olvidar el tema y tranquilizarse de un vecino consiste en agarrarle la nalga a la mujer con la que vive y meterse a tu departamento. Buen inicio de Semana.

(10-ii-14)